Sufrir una ruptura amorosa o cualquier clase de pérdida, inevitablemente nos puede llegar a afectar emocionalmente. Darnos cuenta que aquel vínculo que construimos con tanto amor e ilusión se desmorona en mil pedazos frente a nosotros, sin tener ningún control sobre ello, para poder evitarlo, es realmente un golpe muy duro.

Sin embargo, aunque es evidente que es humano y absolutamente válido sentirnos así, es conveniente preguntarnos, ¿por cuánto tiempo nos permitiremos estar sumidos en el sufrimiento autoinflingido, una vez que el dolor ya se haya ido? No existe una respuesta correcta o incorrecta, porque cada quien vive su proceso de muchas maneras diferentes, pero es importante y hace una diferencia crucial, tener consciencia del lugar en el que estamos. En lugar de estar ahí sin darnos cuenta.

Personalmente, cuando lo viví, el hecho de recordar que soy una persona que está completa, incluso en los momentos en los que más solo me he llegado a sentir, me ayudó a superar esa etapa con amor y mucha gratitud por lo vivido, como lo comparto en mi último sencillo… Te invito a escuchar Se Acabó el Té de Melissa